miércoles, 25 de enero de 2012

La comunidad (7)

 No sabía que decir. Pero sí lo que sentía y así se lo transmití.
Sois mi verdadera familia. Aunque todavía falta una pieza. Pero... llegará pronto.
-No te preocupes por mi hermana, JD. Acabo de recibir una llamada. Por fin las cosas volverán a la normalidad.
-¿Una llamada?
-Sí -Andy estaba serio pero su mirada brillaba. Estaba feliz de una forma en que no lo había estado durante estos dos años-. Mi padre me ha llamado. Están todos en el bosque, en el claro mayor junto al río.
-¿Cómo es posible? ¿Pero...? entonces es que Adrian ya ha recordado. ¿Por qué no lo ha hecho también Miranda?
-Ya... Sólo se desbloquearon mi padre y Marcos. Mi padre está tratando de hacérselo lo más fácil posible a Miranda.
-¿Te ha dicho algo más?
-Que vaya abriendo nuestra casa que pronto van a volver.
-¿Para que quiere volver a esa casa tan enorme?
-JD... Es su casa y regresarán a la casa que quieran -mi tío Jeff siempre estaba metiéndose en nuestras conversaciones. No quería que discutiéramos. Siempre decía que nosotros, Andy y yo, tendríamos que llevar a cabo un trabajo muy importante. El de conducir a la comunidad a una nueva vida. Sin ningún Kolman que la desprecie y la use para propósitos malvados.
-No, no van a volver a la casa de mis abuelos -Andy nos interrumpió y su intervención me sorprendió.
-No sabía que tuvierais otra casa...
-Sí. Está cruzando todo el pueblo hacia el sureste. Es la última casa antes de llegar al río. Es muy parecida a esta casa.
-Fueron construidas en la misma época -Sarah había acabado de servir la cena y se había sentado junto a nosotros-. Cuando mi hermano se casó, mi padre le construyó una casa y meses más tarde me la hizo a mí a modo de regalo. Por lo que son muy parecidas por dentro e iguales por fuera.
Nos quedamos unos minutos en silencio. Mi familia se había reducido a cinco personas. Andy y Sarah que sé que me apoyarán en todo lo que haga y eso que ni de mi misma sangre son. Mi tío Jeff que parece que es el único miembro de mi familia que me acepta como soy sin buscar en mí la maldad común de mi familia materna. Mi padre que está desaparecido y no tengo ni idea dónde está. Me gustaría hablar con él. Siempre me ha ayudado mucho a entender mi forma de ser ya que según él, soy más un Rossman que un Kolman. Por eso mi segundo nombre es el nombre de mi abuelo paterno. Mi nombre, Joshua Daniel, es lo único que mi padre impuso en su falsa familia. Me lo contó hace más de dos meses. Cuando nací y me miró a los ojos, lo supo inmediatamente; era clavadito a mi abuelo Daniel. En mi familia mi padre no tiene permitido decidir nada por ser quien es, un Rossman viviendo bajo el techo de los Paulman.

No hay comentarios: