miércoles, 5 de octubre de 2011

Dos días sin saber

Jeffrey me guió de vuelta al claro donde acampara con mis padres, pero se fue cuando yo ya conocía el camino porque así evitábamos que mis padres hicieran preguntas a las que no sé o no puedo contestar. Además, primero quiero resolver todas las dudas que tengo antes de contarles a ellos algo de la verdad.
Cuando nos marchamos, no sabía como despedirme de Josh, por lo que no lo hice. Nuestros corazones se despidieron con un hasta pronto lleno de esperanza y emoción. Sé con seguridad que nos volveremos a ver y que será pronto, tan solo por la mirada de Josh, era una promesa. En el fondo espero que sea verdad, ya que ahora que he encontrado lo que me faltaba y que sé quien es, no quiero ni pensar en alejarme de él.
Nada más llegar oí llantos y el histeriqueo de mi prima. Primero me encontré con Marcos. Estaba alejado de todos los demás, sentado en el suelo contra un árbol y parecía muy preocupado. Sentí su corazón alterado y asustado. Así es Marcos. Cuando algo lo altera o preocupa, automáticamente se apaga. Se sienta en cualquier parte y parece que está como dormido, pero en realidad le da mil vueltas a lo que sea que lo preocupa hasta encontrar una solución. En varias ocasiones estuvo más de una hora sentado y con la mirada perdida. Cuando está así, parece que tiene más años y realmente aún no ha cumplido los doce. Siempre lo he comparado con un volcán. Por fuera está de lo más tranquilo y silencioso, pero en su interior se resuelven batallas y en cualquier momento puede explotar.
Desde que me encontré esta tarde con Josh y los demás, siento mejor al resto de las personas y a sus corazones. Esto es todo muy extraño...
Mi hermano me vio y vino corriendo hacia mí. Me abrazó fuertemente. ¡Está llorando! ¿Qué habrá pasado? Intenté calmarlo, pero no me escuchaba. Su corazón estaba totalmente acelerado. Lo intenté de nuevo, esta vez no con la mente sino con el corazón. Funcionó. Me miró a los ojos sorprendido y sentí cómo su corazón despertaba de un profundo sueño. Me di cuenta de lo que el mío podía hacer. Realmente todo esto es muy extraño. Al menos cuando Marcos se dé cuenta de todo y recuerde alguna cosas, no estaré tan sola. Sé que tengo a Josh, pero él no tiene que recordar nada y no tiene treinta mil preguntas en su cabeza.
-¿Qué ha pasado Marcos? -he tardado en volver, ya casi es de noche, pero no es para que se pongan así. En ocasiones me iba después de comer y volvía para la cena y mis padres nunca se preocuparon. Me conocen muy bien. A veces necesito estar sola para ordenar mi cabeza y suelo ir a pasear al bosque que hay detrás de nuestra casa o también cojo el bus hasta otro que hay a media hora y que es atravesado por un río. Me encanta correr cerca de un río, me ayuda a despejarme. Mis padres lo saben todo, por eso nunca me preguntaban nada, simplemente me dejaban hacer.
Aunque sé quien tiene parte en este alboroto...
Mi prima Vera tiene una forma muy peculiar de contar las cosas. Pronto sabré qué historia les ha contado a mis padres y a mi hermano.
-Cuando volvimos del río, no había nadie aquí. Al principio no se preocuparon. Estamos acostumbrados a esa manía tuya de desaparecer, pero empezamos a buscaros al ver que Vera no aparecía. Dudo de que la llevaras contigo si hubieses ido a correr.
»Papá te llamó por el walkie, pero no respondiste. El tío, papá y yo salimos y encontramos a Vera no muy lejos de aquí. Estaba muy asustada y no había manera de entenderla. Lo único que entendimos fue que te atacó un lobo y luego te ahogaste en el río... Poca cosa.
-Menudo resumen... Por mi no te preocupes, estoy bien. ¿Os dijo algo sobre lo que yo estaba haciendo en medio del bosque?
-Al principio, nada coherente. La tía consiguió sacarle algo. Dijo que de repente te habías ido al bosque sin decir nada, que te había seguido y que había visto lo... que nos dijo al principio...
Mi indignación crecía por momentos. En realidad, todo había sido por su culpa. Aún por encima les ha mentido sin pensárselo dos veces. Increíble. Inmediatamente y sin causa, mi mente viajó a otro lugar de aquel mismo bosque, pasando la Cascada, al centro exacto del bosque, en realidad. Seguramente Josh estará sentado en alguno de los robles bicentenarios, pensando en todo, como siempre. En mi mente surgió una duda. Sí, todo había sido culpa de Vera, pero si a ella no se le hubiese ocurrido gastarme "una broma", no me habría reencontrado con Josh. En principio debería darle las gracias, aunque en realidad tengo ganas de matarla. Les ha dado un susto enorme a mis padres.

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