miércoles, 11 de enero de 2012

La comunidad (5)

 -Siéntate, ¿quieres? -mi abuelo me miró hostilmente. No pensaba darle el gusto de enfadarme y darle pie a que me gritaran.
-Me voy a quedar de pie. Esto no va a durar demasiado y tengo cosas que hacer.
-Esto durará lo que sea necesario y no veo nada tan importante -apartó lo que tenía delante y me miró buscando algo que no encontraba. Él quería que yo fuese alguien que no soy y ahora no le quedaba más remedio que aceptarlo, pero aún tenía alguna esperanza. Esperanzas inútiles-. Primero, ¿habéis encontrado a Luke?
-No, no lo hemos encontrado. Es demasiado rápido y conoce bien el bosque.
-Vosotros erais más. Lo que pasa es que no os ha dado la gana de hacer por encontrarlo. Es importante. No puede andar por ahí él solo y en ese estado -mi madre tenía el papel de “abogada”, pero... ¿de quién? Está bastante claro que había decidido ya entre sus dos hijos. Quería que encontráramos a mi hermano que se había escapado para sufrir él solo o buscar venganza. Tanto mi abuelo como mi madre preferían a mi hermano para que fuese el nuevo jefe de la comunidad porque era como ellos, no tenía conciencia-. Es peligroso para él.
-Y para los demás... Pero eso no os importa.
-Bueno, mañana muy temprano organizaré un grupo de búsqueda competente y lo encontraremos. Justo ahora tenía que pasar todo esto... Justo ahora que... -mi abuelo no acabó la frase, pero yo sí: justo ahora que había decidido hacer la declaración oficial de quien sería su sucesor. Estaba claro que no era yo. Si hubiese sido yo quien me escapara, no armarían tanto revuelo-. Da igual. Tenemos que encontrar a Luke. No hay más opciones.
-Gracias, papá por tomarte tantas molestias por mi hijo...
-No es nada. Es mi nieto -no es el único, pero como si lo fuera.
-Yo me voy que aquí no pinto nada. Aquí quien importa es Luke.
-Tú aún no te vas. ¿Has decidido algo? -mi madre y mi abuelo se me quedaron mirando. ¿Qué les digo? ¿Me quedo o me voy?- ¿Qué vas a hacer? Ya tienes dieciocho años y no puedes quedarte aquí para siempre y además debes encontrar a alguien... -ya la he encontrado, pero eso no deben saberlo todavía. Se las arreglarían para evitar que nos viéramos, como cuando éramos pequeños.
-¿Qué te pasa? Estás distinto -mi abuelo había notado algo...-. Es como si hubieras encon...
-¿Y mi padre? -no podía permitirle que siguiera por aquel camino, no lo averiguarían, no por mí.
-Tu padre se ha ido...

No hay comentarios: