miércoles, 7 de septiembre de 2011

Al fin sus corazones se encuentran (2)

Puedo sentir los rayos de sol en mi cara. Intentaré abrir los ojos, quiero saber donde estoy. Desde mi derecha surge una sombra. ¡Ahora sé! Estoy acostada sobre algo blando. Es hierba. La siento en la palma de la mano. La sombra se vuelve a mover. De no sé donde nace una sensación de vacío y soledad, que me recorre hasta mi mano derecha. Cierro la mano. No hay nada en ella. Pero tengo la certeza que en algún momento tuve algo en ella. Otra mano... Puedo sentirlo... ¿en el corazón? Eso sí que es extraño.
Siento movimientos a mi alrededor. Trato de incorporarme. De inmediato, siento una mano en mi espalda que me ayuda a sentarme. 
-Tranquila, despacio -una voz suave y calmada me llega justo desde mi derecha. Abro los ojos. Un hombre moreno con barba me sonríe. Me coge de la mano para ayudarme. Mi corazón anhela otra mano, la que sostuvo anteriormente mi mano, y no la de este hombre. Aún así estoy tranquila. Todo en él inspira paz y seguridad.
-¿Cómo he llegado aquí? -de inmediato los recuerdos sacuden mi mente. Vera. El lobo. El río. La cascada. Cuando estaba cayendo por la cascada alguien me cogió. ¡Mis padres! Estarán preocupadísimos. No puedo llamarlos, el walkie se me  cayó mientras estaba escapando del lobo. ¡Un lobo!
-No te preocupes ahora por nada. Te llevaremos junto a ellos, cuando el bosque sea seguro. Tú descansa, que semejante susto no se lleva todos los días. 
El hombre seguía sonriendo. No sé por qué. Escuché un murmullo de voces. Intenté girarme, pero mi cuerpo aún no me responde. Agucé el oído. Para mi asombro, oía aquellas personas a la perfección. En realidad, todos mis sentidos están más despiertos que nunca desde que ese alguien desconocido me salvó de morir ahogada. Más bien sentí como mi corazón recordaba y saludaba a su corazón.
-Luke ha desaparecido. Ni rastro de él -esa voz era la de un chico joven, casi de mi edad, creo.
-¡No puede ser! Nadie desaparece en nuestros bosques y menos delante de nuestras narices -la persona que le respondió era mayor que el primero, quizás unos veinticinco años.
-JD aún no ha vuelto. Todavía sigue buscándolo.
-Cuando me crucé con él, estaba furioso. Ese chico siempre siente muy fuerte.
-Sí, nunca puedo estar muy cerca de él en este tipo de situaciones. Puedo incluso perder el control. ¿Qué hay de la chica?
-De momento está bien. Cuando nos reunimos aquí la dejó en manos de Jeffrey y se fue tras Luke.
-Al menos la ha vuelto a encontrar. Espero que no tengan que volver a separarse. Sus corazones no lo soportarían.
-Tienes razón, Eric. Una vez es horrible, pero dos... Eso ya es la muerte.
Apenas me moví durante la conversación de los dos chicos. Habían estado buscando a Luke. ¿De qué me sonaba ese nombre? Mi corazón lo reconoce, pero no conozco a ningún Luke. Es raro. Y cuando han hablado de sus bosques, automáticamente mi corazón sobreentendió nuestros bosques, como si yo formara parte de su grupo. No lo entiendo, si yo no les conozco. Cuando mencionaron a JD, mi corazón se aceleró, sin motivo. Como si lo hubiese estado esperando toda la vida y al fin lo encontré. Sin embargo, mi corazón lo llama de otra manera, aunque no sé como...
Así que el hombre que está conmigo se llama Jeffrey. Alcé la vista y le miré a los ojos. Seguía sonriéndome, esta vez solo con sus ojos. En realidad su cara estaba muy seria. Parecía estar explorando mi interior, mi mente, mi corazón. Otra cosa más... ¿La ha vuelto a encontrar? ¿A quién? Yo sentía que era yo esa chica de la que hablaban. Pero en realidad, no me lo creo del todo. Es imposible. Por otro lado cuando mencionaron a los corazones, lo hicieron como si fueran personas iguales a nosotros y no se tratara de un órgano. Es curioso. En cambio, ahora mismo puedo sentir al mío y entenderlo como a un amigo que al mismo tiempo forma parte de mi interior. Y lo más chocante... Ya han estado juntos una vez y tuvieron que separarse. Pero... ¿quién? ¿JD y yo? ¿Luke y yo? ¿o JD y otra chica? Solo pensarlo fue doloroso, como si me clavasen miles de agujas en el corazón.
-Tranquila. No te preocupes ahora por eso. Tu corazón tiene todas las respuestas pero aún no puede recordarlas. Es muy pronto -esto ha sido de lo más insólito... ¿cómo sabe todo lo que tengo en mente, o mejor dicho todo el lío que tengo en mente?
Oí pasos a mi espalda junto a los dos chicos. Jeffrey también los oyó. Giró la cabeza y se puso aún más serio. Mi corazón de repente ansió otro corazón. Ese reencuentro. Cada célula de mi ser estaba pendiente de sus movimientos. Oyéndolo con mis oídos. Imaginándomelo con mi mente. Sintiéndolo y anhelándolo con el corazón. La conversación que mantuvieron no me importaba, solo necesitaba escuchar su voz.
-¿Lo has encontrado JD? -le preguntó Eric, el chico de mi edad.
-No, Luke es bastante rápido. Aprovechó la confusión para huir. Como lo vuelva a ver, lo mato...
¿¡Josh!?

1 comentario:

Aislin dijo...

Se he está empezando a poner, muy, pero que muy interesante... que ganas de que subas el próximo capítulo.
Un beso.
Aislin.